Otro año más!

Hoy cumplo años, este hermoso bebé nació hace treinta y cinco años y me los festejo escribiendo algo en mi blog, porque para algo lo tengo. Es como un diario de gurisa de quince, nada más que yo soy un jovato de treinta y tántos....
Lo hago porque me llamó un amigo desde España, y lo extraño bastante, solíamos pasar los cumpleaños juntos y qué bién que lo hacíamos. Desde la primaria que nos conocemos, fué en segundo año de escuela, más exactamente en la No 1, José Pedro Ramírez de mi ciudad actual.
Ahí justamente en el año 1978 comencé a mitad de año (sí a mitad de año!) el periplo escolar.
No fué hasta segundo que conocí a este sujeto del que les hablo y fué por que me cambiaron de turno, yo iba de tarde y me pasaron a la mañana. No me acuerdo cómo, pero nos hicimos amigos enseguida. Antagónicos un montón de veces y coincidentes en otras más, nos criamos casi juntos.
Me acuerdo de quinto de escuela, me acuerdo del bocacha, no recuerdo porqué, pero me venía correteando y me alacanzaron entre varios. El asunto es que el boca se paró enfrente mío y me dijo -¿Querés una piña? y yo le dije....- A qué no te animás? y en un instante tenía el puño de él en mi ojo. Furioso, más, porque se reían todos que por el dolor del ojo, le repetí... - A que no me pegás de nuevo y en otro instante, esta vez más doloroso por la estupidez mía, que por el dolor físico, tuve por segunda vez su puño en el ojo.
Lo corrí,... como loco,.. no lo agarré y después comprendí bien mi torpeza, así que no le mantuve rencor y todo mejoró.
Al día de hoy vive cerca de casa y siempre nos saludamos y yo siempre me acuerdo de aquella mañana.
Siempre digo que los tiempos de mi niñez fueron los mejores años vividos.