jueves, 30 de septiembre de 2010

Colores energéticos

Hay días en los que me pregunto si el mundo esta así por como somos o somos así porque el mundo está como está. (Aunque está como está por culpa nuestra, pero eso no le conviene al post así que olvidémoslo)
Es que es posible decir con certeza que los colores tienen energía? (por ejemplo). En todo caso, es más correcta la afirmación, me siento bien con ese color,..... o,.... ese color me cae bien,...o,... simplemente me gusta, nada más simple, sencillo y nada rebuscado.
Pero cuando arrancamos con la interacción de los átomos, la física cuántica (que me pregunto a cuántos de los que la mencionan la entienden) (yo no tengo idea de lo que és, es más no  necesito saberlo y menos pa saber cuando soy feliz o estoy deprimido), y que además todo eso está entrelazado con nuestra más íntima fibra de nuestro ser y que tenemos mala o buena vibra.... sinceramente por más que sea cierto me embola.
Es que aguantar personas con pensamientos sacados de contexto y colocarlos para amenizar momentos que son aburridos, en realidad me embola más. Es como que cuando esás aburrido, triste y embolado, te ponés a transmitirle tu embolez a los demás, para sacártela de encima y así nomás irte fresquito por la vida.
Todos sabemos los que nos hace bien o mal, el doctor puede decir que un vaso de vino por día (en realidad una copa suena más fino o chic) (es que en serio, todavía no le encuentro la diferencia al gusto del vino después del segundo vaso, perdón copa) hace bien, pero también puede decir que es mejor un vaso de jugo de zanahorias (plural, porque con una no haces una mierda de jugo). Y así podemos seguir, con lo que hace bien o mal, si es mejor andar en híbrido que si no, que si es peor tener hijos que si no (señores/as adimtámoslo, hay personas que no le gustan los hijos y que serían mejores padres que muchos de los que los tenemos), que si internet, facebook, blog, tele, etc, así la lista es indefinida con que si hacemos esto o aquello, que esto no te conviene que esto sí.
En definitiva, las estadísticas, (no me pregunten de dónde lo saqué,...ok?) dicen que las personas al llegar cerca de los cuarenta, (feo, feo)(ya va a venir un gil a decir que le parece maravilloso tener cuarenta y que a los cuarenta esto y lo otro) o mas precisamente, a los cuarenta, se replantea seriamente en hacer la vida que siempre quiso hacer y no la que ha venido haciendo hasta ahora (eso es ser boludo).
Se dice (no me pregunten quién, ....ok?) que hemos (me incluyo para no parecer peyorativo) vivido durante cuarenta años en situaciones impuestas y no verdaderamente elegidas por nosotros y nuestros razgos de personalidad.
Es que uno/a se puede reconventir en lo que se te cante, siempre y cuando sea realizable.
Quizás por eso lo de la emigración? yyyyyy...... puede ser..... pero lo gracioso de este asunto de divagar y escribir lo que se me canta es que vas puliendo de a poco lo que piensa y aclarando un poco tus ideas.
En definitiva, hacer lo que uno quiere cuando quiere y sin pedir permiso y menos buscar excusas, creo que es el camino más corto al menos para sonreír cuando menos una vez por hora.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Un año en Montréal

Mañana exactamente o no tanto, hace un año que llegamos a Canadá o a Québec, importa o importa mucho depende de dónde se lo mire.
Hace un año, tenía 36, lleno de expectativas y de esperanzas, cargado de sueños y de todas las cosas que te puede poner delante una emigración y de haber pasado por un proceso de selección largo pero no riguroso.
Me acuerdo de llegar y descubrir que el tiempo estaba tibio, que el sol estaba en el cielo y me acuerdo de esperar frío. Lo primero que ví, fué un árbol cambiando de color y perdiendo sus hojas, lo segundo que me pasó, fué tratar de hablar desde un teléfono público y no poder, hasta que alguien nos ayudó (tan mal no lo hicimos en francés)
Después lo normal o lo esperado, buscar las cosas necesarias para vivir.
Ha pasado tiempo, me confunden las estaciones, la posición del sol (o el cambio de hemisferio), la fecha del comienzo de las clases, la porca cantidad de sol en invierno y la mucha cantidad en verano, me llaman la atención las ardillas, los cuervos, la cantidad de idiomas que se hablan entre cuatro o cinco personas, la multiculturalidad, etc.
Canadá, no es perfecto y no voy a entrar en detalles, pero un año fue suficiente para darme cuenta que este es el país que quiero para vivir y que Montréal después de un año se ha transformado de la ciudad gris, descuidada, fea y ruidosa, a la ciudad que elijo para vivir, a la ciudad que me conquistó y a la que me gusta pensar que pertenezco, por miles de cosas que no voy a entrar en detalles.
Pensar en que dejé mi país ya no me hace estar nostálgico, es cierto que extraño cosas, pero para ser sincero (cada uno es diferente),son pocas las que me hacen agarrarme el pecho. Mis padres, no pensé que los iba a extrañar, mi trabajo (más que un trabajo era un lugar de recreo) y la playa en verano. También descubrí, gracias a consejos de nuevos amigos que era al pedo pensar en cosas que no podías tener, pero que valía la pena el esfuerzo y de hecho sí que ha valido la pena.
Es cierto que los amigos no son los mismos, no hay la misma confianza, pero si hay la necesidad de tenerlos y de relacionarse, de conocer personas de hacer tu mejor esfuerzo por abrirte y dejarte llevar en ciertas circunstancias
Extraño a Okaio y a Laura, pero no tanto como para llorar, sino como que son parte faltante de mi vida, son una parte que no está y que a veces reflexionando, se que en el resto de mi vida tal vez los vea diez veces más con suerte (espero que sean más pero diez me parece un número razonable), viajar a Uy no es barato, llmar a  Uy no es barato, pero estamos al tanto de lo que les pasa y viceversa. Lo mismo pasa con nuestras familias, la del Peque y la mía.
Como dice Gabriel (amigo), "tus amigos acá en Canadá son tu familia", estoy de acuerdo, lo que no significa que sea cierto, pero estoy de acuerdo.
Esta semana, en la salida del metro Parc (para los que conocen) tuve el sentimiento de pertenencia a lo que me rodea, me sentí feliz, tuve la "idea feliz". Son pequeños pasos hacia la integración supngo y sigo sin poder responderme que significa estar integrado.
Este año lo confieso, me ha costado mucho desde el lado emocional, creo que lo ha superado, veremos que sucede en invierno, pero monedas más monedas menos, tengo claro como funcionan las cosas acá.
Decidimos quedarnos por Montréal, vivir y disfrutar de esta magnífica ciudad, con cientos de defectos, pero miles de virtudes.
Canadá, para hablar en términos generales, es herrmoso, es mejor que Uy sin dudas, es más limpio prolijo y ordenado, lo elegiría sin dudarlo de nuevo. Me conforma elsistema escolar, el sistema de transporte público, los hospitales, la seguridad publica, la diligencia de las empresas y el Estado, la seguridad de planificar algo (lo que se te cante) la cantidad infinita de informacion útil en la web, la tranquilidad con la que se vive, los parques públicos, los paseos, los festivales, la cantidad de árboles enormes, el metro es limpio, etc.....
Uy es sin embrago lo contrario, no se si es por eso que estoy acá, pero se que Uy es mi país de origen y que Canadá es el país que elegí, para vivir y criar mis hijos, como dijo una compañera de francés "vivimos en el mejor de los mundos posibles" cosa con la que estoy totalmente de acuerdo, mejorable es cierto, pero no menos cierto es que colma profundamente mis expectativas.

Agradezco con el corazón y mis mejores sentimientos a todos los que nos ayudaron, a los amigos nuevos, a los que nos recibieron, a los que nos ayudaron a comprar camperas y mostrarnos IKEA y nos abrieron las puertas de su casa, a los que nos vendieron el auto y después nos vendieron otro, pero que nos abrieron las puertas de su casa y de su corazón, a los que conocimos después, a los que llegaron desde Buenos Aires y pudimos ayudar, pero que también nos ayudaron, a los que se hicieron amigos de nuestros hijos, a los que llegaron desde cuba!!! y verdaderamente guardamos en nuestro corazón, a los que ya estaban acá instalados y nos recibieron con ravioles o agnolotis, no lo recuerdo bien (compatriotas) a los que nos ayudaron a conseguir el primer apto (compatriotas), al viejo y querido enemigo de Qc, que es imposible olvidarse, que no es un enemigo, que siempre tiran buena onda, que tiene una familia genial, que nos conocimos primero por messenger y después fué mejor en persona.
A todos ellos y seguro me olvido de alguno, pero no tengo excusa, si no lo puse es porque bueno o me falla la cucusa o no dejó huella (la posta es así, no quiere decir que nos tengamos que dejar de saludar ni de hablar, mon dieu!), A TODOS ELLOS, LAS MAS SINCERAS GRACIAS! y vamos por otro año más.