sábado, 27 de septiembre de 2008

Números Gigantes

La Tierra, El Sol, Las Galaxias, Los cúmulos de Galaxias, las nubes de polvo y gases, no han existido desde siempre, aunque no podamos en nuestra imaginación recrear, la cantidad de tiempo medida en años, sabemos que tuvo un origen y para nosotros ese origen lo situamos hace miles de millones de años. En ese punto de partida fué creada la materia, la misma materia que hoy conocemos y que abunda en todo el universo. De ahí que todos los astros están compuestos por la misma materia primigenia, incluso podemos aplicar el principio de Lavoisier. La astronomía, la astrofísica, cosmología y cosmogonía, son las ciencias dedicadas al estudio de los astros y de su comportamiento, como se originan, como transcurren y como mueren, incluso como afectan la vida en La Tierra. Según estos eruditos es altamente aceptada la hipótesis de que el universo se originó hace 15000 y 20000 millones de años, como vemos son miles de millones. La razón de tan poca apreciación y del gran margen de error, es que hay cosas que la ciencia y la tecnología no alcanzan a medir y más cuando se trata de cosas tan lejanas y de medidas en su mayoría indirectas. 
El Hidrógeno es el elemento más abundante y simple del universo y sin dudas debió ser el único componente del universo primitivo, todos los otros elementos se forman a partir del Hidrógeno, mediante reacciones de fusión nuclear que se realizan dentro de las estrellas. Podemos decir que sin estrellas no existría la vida y nada de lo que podemos ver. Gracias a las fuerzas que dominan en el universo, llamadas fuerzas básicas, gravitacional, electrodébil, electromagnética y nuclear o fuerte, es que se forman los procesos de formación de las estrellas. La fuerza gravitacional es la fuerza que más abunda en el universo y la responsable de las primeras etapas de formación de las estrellas, la electromagnética es la que mantiene estable a las mismas contrarrestando la gravitacional y la nuclear es la fuente de energía y la que hace que los núcleos de Hidrógeno se junten y formen nuevos elementos.
En una nube de Hidrógeno con suficiente cantidad de este gas comienza a actuar la fuerza de gravedad y se contrae, con el constante aumento de la temperatura. Al alcanzar los 10 millones de grados (grados más, grados menos, no fuí a medirlos) comienzan las reacciones nucleares que fusionan los hidrógenos para formar los átomos de Helio, desprendiendo grandes cantidades de energía y de luz, llegado este punto se dice que una estrella ha nacido. La energía nuclear obtenida contrarresta la acción gravitatoria y la estrella está en equilibrio y lo estará hasta que se termine el Hidrógeno dentro de ella. Es el estado en el cuál se encuentra nuestro Sol. Dependiendo de su masa, será su evolución posterior, puede convertirse en una enana negra, en un agujero negro, en una supernova superando miles de milones de veces el brillo de nuestro Sol
Al parecer nuestro Sol se originó hace unos 5000 milones de años y nuestra Tierra hace unos 4600 millones. De una nube de gas y polvo se originan estas formas que hoy nos parecen tan familiares, la acción gravitatoria va apretando ese gas hasta convertirlo en una bola incandescente y llena de luz y de calor. El elemento más denso como el polvo se aglutina y  quiere escapar de la acción gravitatoria  por la tangente  , pero es atraído nuevamente y comienza a orbitar alrededor de un centro que no existe todavía, mientras son cada vez más comunes las colisiones con otros objetos de masa similar, apelotonándose y apretándose. Por acción de esos mismos choques constantes los nuevos cuerpos celestes giran en un sentido o en otro hasta que tiene masa suficiente para seguir girando en uno de los dos sentidos posibles sin importar de que lado colisionan. Al comienzo el nacimiento es tortuoso se mezclaron durante todas esas colisiones materiales de diferentes densidades y por acción de la gravedad se  comenzarán a acomodar de acuerdo al orden de densidad.  Los movimientos interiores del nuevo planeta son de una fuerza demoledora y rápidamente cambian las capas externas del mismo, algunos gases que estaban dentro escapan a la superficie y quedan atrapados por la acción gravitatoria del planeta, tal vez por casualidad, chocan contra él cometas y meteoritos que poseen hielo. Entre tormentas eléctricas y cataclismos imposibles de imaginar se forman los primeros mares y las primeras nubes que por cientos de miles de años no dejarán pasar la luz del Sol. Las reacciones fisico químicas lentamente van encontrando el equilibrio y con los primeros  rayos solares se forman las primeras proteínas, los primeros aminoácidos, las primeras cadenas de ADN,  que se duplican hasta el día de hoy encontrando las más diversas formas para continuar adelante, extrayendo del ambiente lo necesario. 
Con casi 12800 Km de diámetro y su corteza de apenas 100 km en las partes mas gruesas, ésta última es 1280 veces más delgada, algo así como la fina capa que envuelve a una cebolla, el resto es material incandescente. Literalmente estamos flotando en un mar de fuego y es el equilibrio de estas capas que no se ven alteradas desde hace 1500 millones deaños lo que dió soporte a la vida terrestre.
Somos los últimos  de una cadena evolutiva que grotescamente comenzó hace miles de millones de años, cuando ni siquiera existía el Sol. Somos tan frágiles como el equilibrio de los planetas, nuestros actos son tan intrascendentes, que una simple brisa los borra. Si el eqilibrio se rompe de manera abrupta podemos ser barridos del la faz del planeta por una epidemia o por un hecho cotidiano del universo como una colisión de cuerpos celestes. 
Nada importa demasiado, la vida sigue su curso, el ADN que llevamos dentro no nos escucha, somos prisioneros de él y esclavos de sus decisiones evolutivas, de como se adapte al medio. 
Los sentimientos de los que tanto disfrutamos, son como programas instalados, subrutinas que nos hacen distraer nuestras conciencias, los problemas cotidianos no harán que el Sol deje de salir por el Este, ni que las estaciones se detengan, ni que el mundo deje de girar.
Luego de nuestras muertes pocos seremos recordados por nuestros actos y nuestras familias con suerte nos recordarán dentro de tres o cuatro generaciones, como nosotros no recordamos a nuestros bisabuelos o en algunos casos, nuestros tatarabuelos. Nuestras construcciones son exitosas si constantemente las mantenemos y no son muy elevadas. El deseo de perdurar es necesario, el de la permanencia, el de eternidad. 
Aunque puede ser poco simpático, no he visto rastro de Dios ni de los milagros. 


3 comentarios:

Acosta dijo...

Es increíble, en todo lo que leí yo no puedo dejar de ver a Dios y un milagro en cada hecho “al azar” que nos trajo al momento en que vivimos.

Evidente que todo depende del cristal con que se mire ¿no?

ARTURO dijo...

Hola Leo,
de regreso.
Como han estado? avanzan sus tramites?

El final de tu diatriba atrae toda la atencion.

Lo religioso es un acto de fe, lo crees o no lo crees, no requiere demostracion ni metodo cientifico para validarlo.
Es a gusto del consumidor, ya seas mahometano, budista, cristiano o cualquier otra variante presente, pasada o futura que tengamos a bien establecer.

Somos polvo cosmico organizado y finito.

Saludos
Arturo

Leo dijo...

Acosta: buen fundamento y difícil de derrotar, jejeje ;-D

Arturo: concuerdo con vos en que lo que es cuestión de fé, es así, lo crees o no, aunque la fé siempre se puede cuesitonar y poner a prueba.

Aunque en ninguna parte del post dudo afirmo sobre la existencia de Dios.

Y sobre los trámites estamos en la dulce espera, aunque ya hay algunos movimientos en otras personas que están esperando la fecha de la oficina de inmigración.
El blog es catarsis mientras transcurre la espera.


Saludos a ambos.