miércoles, 18 de julio de 2012

Pluna, desastre de gobierno


Hay una serie en Nat-geo que a veces miro, se llama May-Day.
Serie conocida y todos sabemos de qué se trata.
Pienso en los aviones, en sus constructores.
Pienso en el número de personas que ha perecido en manos de aviones mal construidos o defectuosos o en incidentes de navegación marítima durante milenios, por el efecto de la naturaleza y el capricho constante del hombre para vencer esos obstáculos.
Un barco llega a puerto y sabe que pronto zarpará al nuevo mundo, cargado de agua dulce, alimentos, personas y sueños. Es una nave que ha soportado todo tipo de embates, un poco desvencijada por los años y las sucesivas reparaciones, su propietario que es conocedor de estos problemas, sabe que se necesitarán nuevos trabajos de puesta a punto en ella, pero también sabe que costarán dinero.
Pasan los días y se convence de a poco y desoyendo a su consciencia que la nace que ha aguantado tanto tiempo a su servicio, lo hará de nuevo. Se pondrá a disposición de la gracia divina y se consolará pensando convencido profundamente que la providencia no abandonará a las pobres personas que dejan su patria y su historia atrás en busca de felicidad y prosperidad.
Convencido de sus acciones, elaborando fuertes convicciones y confiando en los ángeles de la buena voluntad, el día llega y el barco se aleja en el horizonte dejando la seguridad que el puerto brindaba.
El propietario del barco cobró su seguro, y de los tripulantes y pasajeros no se encontraron noticias.
¿Es culpable de la desgracia ocurrida?
Si! Lo es, merece todo el castigo disponible, no lo excusan sus convicciones por más sinceras que estas sean. Su verdad fué forjada sobre suposiciones y creencias, no sobre la prueba y el razonamiento, su fé no era tal y la afirmación con convicción no lo exime de pena.
La infidelidad, no se trata de no creer, se trata de predicar lo que no se cree.
El gobierno, nos pide demasiado, nos pide que tengamos fé en ellos, se basa en lo que hicieron los antiguos partidos de gobierno. Es que a los otros partidos de gobiernos no les desaparecieron 380 millones de dólares, sí es cierto que tal vez hubo malas administraciones, lo que no hubo, lo que no pasó, fué que en poco más de 7 años la línea aérea quedó en quiebra y sin posibilidades de recuperarse.
Si hoy en día, el gobierno dice que se equivocó en el momento de tomar las decisiones está bien, es correcto y habla bien de la persona de Astori y de Vázquez, lo que también es cierto es que no los disculpa, no los exime y no les quita responsabilidad.
Tampoco les quita responsabilidad a los gobiernos anteriores, pero en ese caso, en en la misma administración de Vázquez, antes de asumir un compromiso con otra entidad privada, deberían haber hecho una investigación de lo que había pasado antes durante la asociación con la línea aérea brasileña.
Hoy día después de haber tomado la decisión de quebrar la empresa y de poner en manos de la justicia lo sucedido, es tarde, es todo tarde.
La empresa no existe más, hay trabajadores que están en la cuerda floja, no se puede planear viajar, no existe la seguridad que debe brindar el Estado, las cosas que debe entregar la democracia.
El gobierno nos pide mucho, hoy Astori es un cuasiángel al igual que el ex-presidente.
El resto, lo que se diga de un lado y de otro es para limpiar imágenes personales y alisar la ruta hacia las próximas elecciones. 
Es una vergüenza y merecen el mismo castigo los señores de Lead Gate que los hermanos Peyrano.
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