martes, 26 de marzo de 2013

Secretos para la felicidad

La Iglesia Católica, no consigue más adeptos en europa, digamos que los italianos por falta de reflexión sobre ellos mismos y de la historia que los contiene, son los únicos que a voces calladas patean contra la puerta del catolicismo. El resto de Europa la rechaza de plano y en Norteamérica cada día pierde más fieles o directamente no despierta el interés de la gente.
Las personas buscan otras cosas, en los países nórdicos que disfrutan del alacance de la información a niveles casi totales, difrutan y desarrollan otras cosas, más relativas a la inmediatez y menos relacionadas con la fé y la espiritualidad desde el acercamiento a la religión. O tal vez la fé cambió de carpeta de presentación y hoy se muestra a travéz de un I p@d o una experiencia de conectividad como es android desde Samsung.
Las personas comenzamos a pensar y soñar con que otro futuro es posible,  dónde la información y el avance tecnológico nos puede hacer dejar la muleta de la fé por los hechos "milagrosos" de la tecnología y los espacios conquistados por la ciencia.
Mientras en latinoamérica seguimos relegados, seguimos alimentando pobreza y seguimos confiando nuestro futuro a manos de Dios.
A excepción de los gobiernos de izquierda que se atreven a tomar deciciones valientes frente a un mundo que cambia y que pide un esperanto de la cultura y la educación.
Se hacen experimentos para eso, el plan ceibal, el matrimonio gay, la adopción de niños por matrimonios homosexuales, la profilaxis sexual, la legalización del aborto, el proyecto de legalización del comercio de marihuana. Es cierto en ese camino de libertad se cometen muchos errores, es un camino no transitado, que además de ser valientes para recorrerlo, nadie tiene un plan. Es un camino arriesgado y podemos salir lastimados, pero es mejor que el camino dogmático, que nos delimita nuestro recorrido y el campo de visión y nos estigmatiza con la culpa de ser quiénes somos y nos da recetas para el éxito y la felicidad y eso sabemos que no existe. Nadie puede definir el éxito y menos la felicidad, es diferente para cada uno de nosotros, simplemente eso. Por eso es que tenemos que hacer nuestro camino. El budismo sostiene que sólo hay causa y efecto, que el bien y el mal no existen, si eso es así, bueno entonces me puedo definir como budista, pero creo que no llego a tanto.
Ni la izquierda ni la derecha dogmática representan soluciones, no sé si las hay, prefiero pensar en que es mejor detectar los problemas y evitarlos que trazar planes para llegar al éxito.
Hugo Chávez se agravó en su enfermedad, tanto que no pudo salir, el Papa Ratzonger renuncia (tener un papa europeo es más de lo mismo en un contiente que no quiere al menos por ahora, más catolicismo), Hugo Chávez muere, lejos de toda proyección un Papa argentino, sale de la galera de un mago, en un continente que lucha y se esfuerza por meter legislaciones que lo alejen y den esperanza reales a las personas que viven en él. Un Papa que luchará con uñas y dientes contra las cosas que se han conquistado en este contiente, dónde la pobreza tendrá un lugar importante, en lugar de enseñar austeridad y de practicar la tolerancia y el respeto por el otro, por el diferente, porque en definitiva el otro es siempre diferente.
Un plan Cóndor, caché, un plan Cóndor II, una sucesión de hechos que concatenados parecen obra (en caso de existir Dios) del Diablo más que de Dios.































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