Recuerdos

Me acuerdo de tántas cosas. Me acuerdo de la escuela y la túnica , de la cartera o el portafolios de cuero con correas que llevaba, del diccionario que pesaba como 100 kg, de los bancos de a dos y de los agujeroa que tenían al medio, eran para poner la tinta, me acuerdo del almacén del barrio que te vendía las galletitas en paquetitos de papel de astraza, y también vendían canarios. Me acuerdo de jugar a la bolita y al trompo, de los veranos interminables con guerras de agua, de la moto que tenía papá y que nos llevaba a todos a la playa, me acuerdo de su primer camión, pasaba roto.
Teníamos una maestra que nos hacía hacer cuentas mentales los últimos minutos de clase. Recuerdo que mi abuelo me llevaba al boliche de Fraccia, era un tano que tenía un casin, y mi abuelo jugaba por plata mientras yo tomaba pomelo crush. La moto de mi tío, una Gillera 50 que nos llevaba al campo todos los fines de semana sin excepción, y que cuando se compró un auto, se le rompió en el medio del campo y comenzóa putear y a renegar porque no habíamos ido en moto.
Me acuerdo de las navidades y los cumpleaños con mis abuelos y mis padres, de lo que comíamos y cómo la pasábamos, de que mi tío era el único que tenía cámara de fotos y el era el fotógrafo de los cumpleaños, me acuerdo de un amigo, que tenía cine en la casa, y que en los cumpleaños de él siempre veíamos la película de superman o de rocky, no se bien.
Me acuerdo de las tortas que me hacía mamá, y las que le hacía a mi hermana, una vez me hizo un cohete para cuando cumplí ocho, y mi tío me regaló una pistola con fulminante, ahora odio las armas. Me acuedo del Pelusa, el perro de mi tío, de la cachila que tenía y de los baños con el perro en la playa del muelle Mailhos. Me acuerdo de mi abuelo, y de mi abuela, siempre presentes en mi niñez y de cómo lloré cuando murió él. Me acuerdo como lloró papá, y cómo la casa se llenó de gente, me acuerdo de cómo en la dictadura se levaron a papá preso, dicen que con una pistola en la cabeza, por suerte hoy está vivo. Me acuerdo de la primera tele que tuvimos, fué para el mundial del 78, nos la regalaron.
Si me voy, todos esos recuerdos y más se irán conmigo. Pero lo bueno, es que podré poner ecuerdo diferentes en mi cabeza, ni mejores ni perores, sólo diferentes.