jueves, 24 de mayo de 2012

Reflexiones acerca del amor

Nacemos, así nomás, un día llega el momento y nacemos, salimos desde el interior de nuestras madres, de ahí que una cosa es segura, todos tenemos madre y padre.
Somos pequeños y necesitamos cuidados, alimento, abrigo, en suma, necesitamos amor.
Es el amor que recibimos lo que nos mantiene vivos.
Pienso que lo incondicional en las vidas que tenemos es el amor de nuestras madres, ni tan siquiera de nuestros padres. Somos amados desde que nacemos porque existimos, porque somos "lindos", porque somos simpáticos, olemos bien, somos pequeños e indefensos.
Crecemos con esa sensación y con ese sentimiento de que nuestros padres nos quieren "por" o que somos, por nosotros mismos y no por lo que damos ni por el hecho de que los amemos. Muchas veces he pensado en que el amor se define en, te amo porque te necesito y no en que, te necesito porque te amo, lo que sería  más propio de padres e hijos. Nuestras parejas, depositarios de nuestro amor erótico, son en definitiva puestas a prueba durante toda su existencia y intentando saciarnos la sed de descubrimiento del otro y cuando este se acaba, entonces se termina la pareja.
Pero hay un amor que se construye, que se alimenta y que nos da fuerzas para seguir. Es una disciplina dura, es  una cosa que se alimenta durante todos los instantes que estemos dispuestos a brindarle a ese amor y a esa persona, vas más allá de el sentimiento, es un decisión consciente de brindar nuestros sueños y nuestra confianza a una persona que queremos y deseamos que haga lo mismo con nosotros. Quizás el acto más sublime de nuestra vidas es todo aquél que se hace con amor hacia el otro y por los dos. Amarse a uno mismo también es en gran medida amar al otro de buena manera y no sólo decir "te amo", es actuar en consecuencia, hacernos responsables de lo que sentimos y construir desde lo positivo.
Por eso la próxima vez que ame será en serio, no puedo cambiar los hechos, sólo puedo construir el presente con las herramientas que voy recolectando día a día.

No hay comentarios: